Me llamo Taelan Fordring y soy un soldado del Alba Argentea, decidí escribir estas letras con mi sangre para recordar tiempos pasados y para demostrar que si en un futuro vuelvo a derramar mi sangre aun permaneceré vivo.
Mi relato empieza hace muchos años, tras la aparición de la plaga. La orden de la Mano de Plata, liderada por Uther Lightbringer y Arthas Menethil, y en la cual estaba mi valeroso padre, Tiron Fordring, se volcó para erradicarla. En este periodo solo hubo un momento de alegría ya que Arthas y Jaina Proudmoore lograron derrotar a Kel´Thuzad, pero la alegría fue momentánea ya que descubrieron que el señor demoníaco Mal’ganis tenia intenciones de infectar toda la ciudad de Stratholme.
La Orden se reunió y tras un largo periodo de reflexión salieron hacia Stratholme liderados por Arthas y Uther, pero ahí Arthas enloqueció, quería acabar con la vida de todos los habitantes de Stratholme ya que para el no tenían salvación. El resto de la Orden se opuso y dejaron abandonado a Arthas. Tras largos años Arthas regreso de Rasganorte pero siendo un siervo del Rey lich con la intención de recuperar las cenizas de Kel´Thuzad para así poder resucitarlo. Cuando la orden se entero repartieron sus cenizas entre los caballeros mas valerosos de la Mano de Plata, pero uno tras otro fueron cayendo, incluso el famoso Uther cayo a manos del ya enloquecido y corrupto Arthas. Tras este duro golpe la Orden se disolvió, dejando detrás de si ríos de sangre y tristeza que el tiempo jamás podría curar.
Tras largos años la plaga seguía azotando y algunos hombres de la antigua Orden que aun resistían decidieron formar la Cruzada Escarlata.
El valeroso Paladín Mograine, el cual empuñaba la famosa espada de la luz Ashbringer, inicio esta cruzada para luchar contra la plaga y el azote de esta por Azeroth tras la corrupción de Stratholme. Pero este paladín cayó en Stratholme a manos de su propio hijo Renault el cual pacto con Kel´Thuzad para obtener dicha espada. El alma de Mograine no cedió la espada y se levanto como un caballero de la muerte y con la nueva Ashbringer corrupta. Tras la muerte de Mograine esta sociedad de valientes guerreros de la luz se fue oscureciendo por dentro, miembros líderes de esta cruzada llegaron a poseer tal fanatismo que muchos integrantes se preguntaban si realmente se creo esta Cruzada con el propósito de “purificar” a personas que no seguían nuestras reglas, y tales reglas eran un peligro para la humanidad.
Después de muchos años se supo que Saidan Dathrohan murió en uno de los asaltos a la ya corrupta Stratholme y el señor del terror Balnazzar poseyó su cuerpo para manejar los hilos de la Cruzada.
El fanatismo de la Cruzada llego a tal punto que algunos hombres, incluyéndome a mí, decidimos crear la Alba Argentea con propósitos más honorables y sin rangos militares para evitar muchos problemas.
Con la aparición de la Necrópolis flotante Naxxramas, una facción del Alba, la Hermandad de la Luz, se alió con la Cruzada para asaltar Naxxramas. Ahí vivieron una autentica pesadilla, los que sobrevivieron pudieron contarnos que esa necrópolis de oscuras luces, endemoniadas y caóticas decoraciones se dividía en cuatro sectores, cada uno mas peligroso que el anterior. Estaba el sector de los caballeros de la muerte, de las abominaciones, el de las arañas de la cripta y el de las gárgolas. La necrópolis es un puzzle, teniendo que acabar con los lideres de cada sector para poder acceder a los aposentos de Kel’thuzad y su wyrm, Sapphiron.
Ahora tras un periodo largo de tiempo con una calma relativa, algo vuelve a brillar en el cielo con una luz oscura, tenebrosa, una luz que amedrenta.
En el pasado, tal vez por su localización y difícil acceso, pocas incursiones pudieron ver el interior de Naxxramas, estas incursiones de aventureros descuidados cayeron fácilmente en trampas o fueron derrotadas por los distintos ejércitos que ahí habitaban, liderados por Kel’thuzad.
El paso de los años hicieron que las incursiones, fueran cada vez menores, una de las razones es que nunca sería una verdadera amenaza para Azeroth ya que esa necrópolis maldita reside en los cielos y en las Tierras de la Peste estaba todo bajo control……Estaba….Ahora les ha llegado el momento de contraatacar con la llegada del nuevo rey, tras largos años de espera, de planes, de experimentos y conjuros para crear y dominar a mas criaturas esa luz oscura, tenebrosa, baja de los cielos mientras esa necrópolis avanza por los cielos a Rasganorte con la llamada de su rey. Esa luz invade y llena a los no-muertos de las Tierras de la Peste de ira, venganza y sobretodo de poder.
Los barracones de la Alianza son asediados por una marabunta de no-muertos sedientos de sangre, casi somos incapaces de repeler el ataque y en algún momento tenemos que retroceder, algunos acaban por perecer entre colmillos y garras de estas criaturas y una carcajada en los cielos reclama la sangre de los caídos…..¿La masacre ha terminado?, ¿o acaba de empezar?.Yo sigo escribiendo con la sangre que aun derraman mis heridas por si volvieran a atacar y yo no resistiera una nueva oleada. Que algún valioso aventurero recoja estos escritos, y que los haga públicos, que conozcan la verdadera historia y sigan los pasos de la luz, los pasos de la salvación……..